El Rugido Cumplido: Vladimir Guerrero Jr. Sella la Promesa a su Padre, Extermina a los Yankees y lleva a Toronto a la Serie Mundial
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TORONTO, CANADÁ – 21 de octubre de 2025 – La tensión se podía cortar con un out en el Rogers Centre. El Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana (SCLA) entre los Toronto Blue Jays y los Seattle Mariners se extendía a las entradas extras, con el marcador empatado 3-3. Pero en la parte baja de la undécima, con un corredor en segunda, el destino se posó sobre los hombros de Vladimir Guerrero Jr.
El boom del bate resonó no solo en Toronto, sino en todo el mundo del béisbol. Guerrero Jr. conectó un line drive que superó al jardinero central y selló la victoria 4-3 de los Blue Jays, enviando al equipo canadiense a la Serie Mundial por primera vez en más de tres décadas.
En medio de la euforia y los abrazos, las cámaras captaron a Vladdy Jr. señalando al cielo y luego a un punto específico en las gradas, donde se encontraba su padre, el inmortal de Cooperstown, Vladimir Guerrero Sr. El gesto no era solo una celebración; era la materialización de una promesa.
La Promesa en el Bronx
La historia se remonta a la Serie Divisional de la Liga Americana (SDLA), en la que los Blue Jays se enfrentaron a sus archirrivales, los New York Yankees. Años atrás, el joven Vladimir había sido «humillado» —como él mismo lo describió— durante un partido en el Bronx, una anécdota que se convirtió en una espina clavada y en el origen de su conocida aversión deportiva por los Bombarderos del Bronx.
Antes de que comenzaran los playoffs, y tras un contrato histórico que lo comprometía a largo plazo con Toronto, Vladdy Jr. tuvo una emotiva conversación telefónica con su padre. «El Viejo me dijo: ‘El talento lo tienes. Pero si quieres ser grande de verdad, no solo les ganes; acaba con los Yankees y no te detengas hasta llegar a la Serie Mundial‘», reveló Guerrero Jr. a la prensa.
El Exterminio y la Redención
Guerrero Jr. se tomó la promesa al pie de la letra. En la SDLA, fue la fuerza incontenible que destrozó al Imperio del Mal, eliminando a los Yankees en solo cuatro juegos. Vladdy Jr. bateó para una media asombrosa de .471 y produjo nueve carreras, ganándose el apodo de «El Papá de los Yankees».
Luego, en la SCLA contra los Mariners, el camino fue más arduo. Toronto se recuperó de un déficit de 0-2 y forzó el dramático Juego 7. Cuando la serie parecía tambalearse, el batazo decisivo de Vladdy Jr. puso el punto final a una postemporada épica.
«Mi padre siempre me enseñó a no rendirme, a jugar con el corazón», dijo Guerrero Jr. bañado en champaña. «Ganar el banderín de la Liga Americana aquí, con mi familia, es todo lo que he soñado. Le cumplí al Viejo: no nos rendimos, acabamos con ese equipo y vamos a la Serie Mundial.»
El home run de oro no solo rompió el corazón de Seattle, sino que elevó a Vladimir Guerrero Jr. a una nueva categoría en la historia de los Blue Jays: el hombre que, con una promesa familiar como motor, puso fin a una larga sequía de Postemporada y llevó la gloria a Canadá. Ahora, solo queda un paso para la consagración total.
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